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Conclusión

Lo que exigen las víctimas es acción

20 de mayo del 2019

 “Como no nos tocaba a nosotros entonces no nos importaba por que vivíamos en una burbujita” Amparo Mejía.

Cuando un familiar deparase forzosamente es difícil ver esto como un fenómeno de país o ciudad y parece solo una desgracia individual, por esto es importante la memoria porque cuando las personas se ponen frente a la recopilación de casos pueden reconocer que el hecho no es algo aislado. Para todos los que no han vivido directamente la desaparición forzada o la violencia en general, la memoria es un llamado de atención urgente que debe mantenerse a través del tiempo hasta que como sociedad nos solidaricemos con el sufrimiento del otro y entendamos que lo que le duele a un colombiano debe dolernos a todos.

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Pero no basta con escuchar y leer para acercarse a las realidades que se exponen en este reportaje, nuestro objetivo es darles voz a las víctimas que son constantemente ignoradas pues sus historias individuales son sepultadas entre miles de relatos de dolor que suenan a un mismo grito para aquellos que no prestan atención. Lo que estas víctimas necesitan es ser escuchadas y no oídas, requieren atención y aún más importante que la gente genere transformación.

En la desaparición forzada tenemos todo tipo de victimarios, siendo los paramilitares a quienes más víctimas se les adjudican. Es importantísimo tener en cuenta que la mayoría de los desaparecidos antes y durante la época de la violencia no fueron ni serán registrados y este es también el caso para las desapariciones cometidas por el Estado, a este crimen se le denomina ejecución extrajudicial y es lo mismo a lo que conocemos como falsos positivos; nunca debemos olvidar que de hecho este delito es lo mismo que la desaparición forzada. También hemos descubierto que para entrar al registro de víctimas se debe pasar por un proceso con el Estado en el que se puede negar el hecho y en este caso la persona desaparecido no se incluye en el registro, por lo tanto, sus familiares tampoco reciben reparación.

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Para la reparación de víctimas el gobierno ofrece dinero y a veces acompañamiento psicosocial que nuestros entrevistados han denominado como una práctica de poco seguimiento. Muchas víctimas han tomado el liderazgo de sus casos y han estado involucradas incluso en la búsqueda de sus seres queridos. Juntas han realizado reparación moral que incluye el volver a confiar en ellos mismos y en otros. En el arte, el trabajo social y el activismo han encontrado el camino hacia la reparación que merecen. Además, las víctimas se han agrupado en mesas de conversación con el Estado para la no repetición y para garantizar sus derechos al ser organizaciones de impacto social, cultural y político.

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Para concluir, queremos citar a Luis Antonio Ramirez Zuluaga, una de nuestras fuentes académicas quien afirmó que “en las comunidades siempre tienen líderes que son los que lideran los procesos de reparación. Dirigen las comunidades con la voluntad de hacerlo. Pero uno ahí ve que en Colombia hay una práctica sistemática de arruinar todo proceso social con el asesinato de líderes sociales.”. Con este mensaje queremos destacar la importancia de las organizaciones y el peligro que corren al solicitar algo tan fundamental como el cambio y la no repetición, por esto necesitamos involucrarnos en el cambio necesario para la reparación de nuestras victimas sin esperar a que estas lo exijan.

Para terminar dejamos una pequeña lista de reproducción de canciones con las que nos topamos a través de la investigación. 

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Esperamos los conmueva tanto como a nosotros y al mismo tiempo sea una muestra del poder del arte a la hora de hacer memoria y de conmover.

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